La ciudad es un importante centro industrial y comercial del Perú, cuenta con notable actividad industrial siendo catalogada por los organismo del gobierno como "La segunda ciudad más industrializada del Perú" . En la ciudad existen en la actualidad 3 parque industriales, donde destaca en la producción textil de lana de camélidos con calidad de exportación; por lo que la ciudad mantiene estrechos vínculos comerciales con Chile,Bolivia y Brasil; vínculos con las ciudades conectadas por medio del Ferrocarril del Sur, así como con el puerto de Matarani.
La ciudad articuló desde tiempos del Virreinato del Perú un importante eje económico y político en el sur del Perú; su protagonismo en la historia republicana del Perú fue y es gravitante, llegando a ser declarada “Capital de la República” durante el gobierno de Lizardo Montero .[18] [19] [20] .
En la actualidad la ciudad de Arequipa es la "Capital Jurídica del Perú" y es la sede oficial del Tribunal Constitucional desde 1979. Foco de rebeliones populares, cívicas y democráticas, Arequipa ha sido también cuna de muchas de las más sobresalientes figuras intelectuales, políticas y religiosas del país
Se le conoce desde la época colonial como «La Ciudad Blanca» por la composición étnica de sus habitantes mayoritariamente criolla-peninsular, en la actualidad esta denominación se atribuye al color del sillar que prevalece en sus numerosos templos y casonas.
Su casco histórico se extiende sobre un superficie de 331,99 ha y fue declarado en el año 2000por la Unesco como «Patrimonio Cultural de la Humanidad»,su patrimonio histórico y monumental y sus diversos espacios escénicos y culturales la convierten en una ciudad receptora de turismo nacional e internacional, en su casco histórico destaca la arquitectura religiosa virreinal y republicana producto de mezcla de características europeas y autóctonas,que constituyeron a una propia escuela estilística denominada "Escuela arequipeña" de crucial importancia en toda la región y cuya influencia llegó hasta Potosí (Bolivia).
Fundación
Arequipa fue fundada el 15 de agosto de 1540 por Garcí Manuel de Carbajal en el valle del río Chili como la "Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa", en un área ocupada por algunos poblados indígenas. Una vez llevada a cabo la fundación, y luego de que se levantaran las primeras viviendas, se nombró como primer alcalde a Juan de la Torre y Díaz Chacón, quien recibió dos fanegas de tierra para fabricar su casa y las caballerizas.
Al poco tiempo de fundada la villa, Carlos V de Alemania y I de España la elevó a la categoría de ciudad, por real cédula fechada en Fuensalida (Toledo), el 22 de septiembre de 1541. Si bien es cierto que oficialmente el fundador es Garcí Manuel de Carbajal, el verdadero apellido es Gracia Y no Garcí, aparece así por un error en la transcripción de la cédula de fundación.
Durante una visita del Virrey Beker Lorenzo Cori Francisco de Toledo, este le concedió a la ciudad el título de «Muy noble y muy leal» mediante decreto del 20 de agosto de 1571, en virtud de sus méritos y servicios a la causa real. El título fue confirmado por Felipe II en dos cédulas: una fechada en Badajoz el 20 de septiembre de 1580 y la otra en Madrid el 28 de enero de 1594.
Durante el virreinato la ciudad destacó por ser el eje comercial del centro y sur de este, a través del puerto de Quilca e Islay. Esto influyó en el desarrollo de una pequeña burguesía en desmedro de los grandes terratenientes. Arequipa se mantuvo fiel a la causa real durante las guerras civiles de los conquistadores por lo que recibió el título de «Muy noble, leal y fidelísima». Sin embargo no estuvo ajena a los pensamientos e ideales libertarios que se manifestaron a través de la Academia Lauretana. Entre los próceres de la Independencia destaca el poeta Mariano Melgar quien fuera fusilado por los realistas después de la batalla de Humachiri.
[editar] Fidelismo
Desde su fundación española y a lo largo de tres siglos, la ciudad estuvo habitada por población mayoritariamente de origen español, la cual se manifiesta y era reconocida como fiel seguidora de España, una razón que contribuyo a mantener y fortalecer el Fidelismo fue obviamente la estructura social y el predominio de españoles, sostenido por su alta sociedad y elementos representativos. Otro factor fue el geografico, pues por su ubicación no fue proclive a recibir influencias de corrientes o movimientos libertarios, además de ellos la geografía influyo a desvincular a Arequipa de los grandes nucleos aborigenes.[33]
[editar] Independencia
Según el historiador José Agustín de la Puente Candamo en Arequipa se vivió la independencia igual que todas las provincias de Perú, en guerra civil. Por su geografía y ubicación, tuvo circunstancias especiales; por ejemplo cuando la revolución de Pumacahua y las tropas rebeldes entraron a Arequipa por poco tiempo. Hubo un momento de euforia pero luego salieron, y se mantuvo el poder virreinal en Arequipa hasta la batalla de Ayacucho; no es que Arequipa estuviera en contra de la independencia, sino que libraba una guerra civil.
Las autoridades virreinales se mostraron flexibles frente a la inquietud libre pensadora de los arequipeños. El 10 de diciembre de 1821 se fundó en la ciudad de Arequipa la Academia Lauretana Ciencias y Artes, bajo dirección de Evaristo Gómez Sánchez, que tuvo a su vez la primera imprenta del departamento. Apenas construida la Academia, sus principales integrantes Francisco Xavier de Luna Pizarro, Aparicio Gómez Sánchez, Francisco de Paula González Vigil, Gaulberto Valdivia, Manuel Amat y León y Juan de Dios Salazar, tomaron partido a favor de la emancipación.
El historiador de la Puente afirma que existe duda en cuanto a que si se firmó primero en Supe o en Ica, la primera acta de independencia pero gran mayoría afirma que fue el cabildo de Supe el primero en hacerlo en todo Perú en abril de 1820[34] . El historiador Agustín de la Puente comenta un fenómeno histórico sucedido en la etapa de emancipación e independencia:
"Ese es un fenómeno curioso, en el sur comenzaron las revoluciones precursoras con Túpac Amaru, pero el sur quedó en poder del rey hasta más tarde. En cambio el norte, donde hubo menos movimientos revolucionarios previos, se independizó antes; un fenómeno histórico."
José Agustín de la Puente.
Un hecho interesante es que el obispo de Arequipa José Sebastián de Goyeneche, fue obispo de Arequipa en el virreinato, durante la independencia y entrada la república, y murió en los años 60 del siglo XIX, como arzobispo de Lima. Goyeneche era obispo de Arequipa en el tiempo del virrey Pezuela, siguió como obispo en el tiempo de San Martín y de Bolívar, lo que prueba que Perú era el que se independizaba, y no las intendencias las que lo hacían o lo hicieron, que había una continuidad en el cambio. Continuaron las mismas personas, las mismas costumbres, el cambio fue progresivo, lento.
Época republicana
Vista del Portal del Regocijo, conocido en la actualidad como Portal de Flores, ubicado en la zona este de la Plaza de Armas de Arequipa en una fotografía tomada en el año de 1880.Tras la independencia, el territorio correspondiente a la Intendencia de Arequipa fue designado como departamento mediante decreto del 26 de mayo de 1822. El congreso de 1826 y la Constituyente de 1827 tuvieron como presidente al arequipeño y "lauretano" Javier de Luna Pizarro. Durante el gobierno de Bolívar, después de la victoria de Ayacucho, la ciudad fue un activo centro contrario a la propagación de los poderes dictatoriales del Libertador. Los letrados arequipeños Domingo Tristán, Benito Lazo, Gualberto Valdivia se opusieron de forma pública y tajante a la constitución vitalicia bolivariana. Fruto de la actividad de la Academia Lauretana fue la fundación del Colegio Nacional de la Independencia Americana y de la Universidad Nacional de San Agustín creadas en 1827.
En 1835, apenas constituida la Confederación Perú-Boliviana, el general Orbegoso trasladó su gobierno de Lima a Arequipa, y solicitó apoyo del entonces presidente boliviano Andrés de Santa Cruz contra las pretensiones de Gamarra y Salaverry. Las batallas decisivas entre las tropas de Salaverry y las de la Confederación se dieron en Uchumayo, en las inmediaciones de la ciudad de Arequipa, el 4 de febrero de 1836, donde venció Salaverry; y en Socabaya, tres días después, el 7 de febrero, donde venció Santa Cruz. Salaverry y sus principales colaboradores fueron fusilados en la plaza de Armas de Arequipa el 19 de febrero de 1836.
Luego de expresar su rechazo a la Confederación, Chile envió al mando del general Blanco Encalada una expedición militar que llego a territorio arequipeño el 12 de octubre de 1837. Antes de entrar en batalla hubo negociaciones que permitieron firma un tratado de paz en Paucarpata, distrito aledaño a la ciudad, el 17 de noviembre, entre el jefe militar chileno y el general Quiroz, de la Confederación. Chile no refrendó el tratado y envió una segunda expedición al mando del general Bulnes, al año siguiente, en apoyo de Ramón Castilla y otros militares caudillos peruanos contrarios a Santa Cruz.
En los años siguientes la ciudad de Arequipa fue sede de sucesivos pronunciamientos militares insurreccionales. El 20 de febrero de 1843 se proclamó ahí como supremo director de la República el general Manuel Ignacio de Vivanco, cuyas ambiciones concluyeron con la batalla de Carmen Alto el 22 de julio de 1844. El 14 de abril de 1854 insirió desde Arequipa como presidente provisorio el general Ramón Castilla, quien logró hacerse del poder. Contra este gobierno de facto, el 1 de noviembre de 1856 se alzó en arma nuevamente en Arequipa, el general Vivanco. Tras fracasar sus expediciones militares a Lima y Trujillo, tuvo que regresar a Arequipa a fines de 1857 para organizar su defensa. Las fuerzas comandadas por Miguel de San Román se enfrentaron a Vivanco en la batalla de Paucarpata el 29 de junio de 1857.
Política
La nueva burguesía nacional, aparece para desafiar a la élite burguesa ya existente en el Perú; había un estrato importante y creciente de personas en Perú con los intereses profesionales, administrativas y comerciales. Estos nuevos intereses toman estructura política con mayor claridad en en el interior del país cuya estructura política más fuerte era la ciudad sureña de Arequipa, y sus puntos fuertes de este potencial electoral a nivel nacional se vio reflejada por fortaleza en la candidatura de Fernando Belaunde Terry en las elecciones presidenciales de 1956.
La región sur, dominada por la ciudad de Arequipa tiene una larga historia de separatismo con la República del Perú, y la clase alta arequipeña del siglo XX ha conservado una distintiva identidad regional.
La oposición arequipeña a la centralización política y económica del país condujo de forma natural a una posición constitucionalista en la década de 1930 y la subsecuente adopción de ideologías Demócrata-Cristianas en las décadas de 1940 y 1950. Los abogados y la iglesia proyectaron una fuerte influencia en la politica arequipeña, asi como también la clase media que obtuvo mayor participación al verse declinada la prosperidad económica en el sur del país.
La ciudad de Arequipa, había estado al margen de la politica nacional de medio siglo antes del año 1930, aunque en ese periodo es importante destacar la presencia del hacendado arequipeño Eduardo López de Romaña que tuvo a su cargo la presidencia del Perú. A lo largo del último siglo hasta 1930, Arequipa se convirtió en un centro económico basado en la manufactura de la lana y en el Ferrocarril del Sur. alrededor de 1930 estoas pilares económicos comienzan a decaer y por esta y otras razones, Arequipa comienza a producir una serie de líderes políticos conformado por una creciente clase media de profesionales, intelectuales y tecnócratas, quienes tendrán participación en la defensa de la legalidad y la estabilidad económica. Dos de estos líderes, Victor Andrés Belaunde y José Luis Bustamante y Rivero, dejando su huella como constitucionalistas de carácter fuerte a principios de 1930, y de 1945 a 1948 José Luis Bustamante y Rivero sirvió como presidente del Perú.
En 1950 el abogado Francisco Mostajo (prominente liberal arequipeño desde 1901) encabeza una revolución en Arequipa contra Odría, en 1956 el arequipeño Fernando Belaunde Terry logra obtener un gran bloque de la votación de la clase media y en 1962 y 1963 Acción Popular de Belaunde Terry con el apoyo de otro partido originario de Arequipa, Democracia Cristiana, tuvo un apoyo tan fuerte que fue suficiente para obtener la presidencia del Perú. Con un tercio del electorado se alió con el APRA, el vestíbulo de Arequipa y sus partidarios en Lima y en otras partes del país se tornaron invencibles en 1945; tiempo después al diferir claramente las ideologías de estos demócratas de centro-derecha con el APRA, la alianza rapidamente y permanentemente se vino abajo.
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